Alimentación como derecho humano
De acuerdo con el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), “la alimentación es uno de los aspectos más importantes para el bienestar de las personas porque, además de proporcionar la energía necesaria para la vida y ser fundamento indispensable para poder llevar una vida prolongada, saludable y laboriosa, es expresión de identidad cultural y fuente de placer”. Por su parte, en el ámbito internacional resaltan los compromisos adquiridos en la Cumbre Mundial sobre la Alimentación de 1996; la Cumbre del Milenio en 2000; así como la Cumbre Mundial sobre la Alimentación ˝Cinco años Después˝, en 2002. Por otro lado, el derecho a la alimentación es una obligación jurídicamente vinculante para los 160 Estados parte del Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales (FAO, 2010), particularmente en su artículo 11. Este documento fue adoptado por las Naciones Unidas en 1966 y entró en vigor en 1976. En este pacto, el derecho a estar protegido contra el hambre es el único derecho calificado como ˝fundamental˝ y se le asocia con el derecho a la vida.
Al contemplar la alimentación como un derecho humano, lo que se persigue es que las personas puedan acceder a alimentos con el fin de contar con una vida saludable y productiva. Esto implica que debe superarse la perspectiva de concebir a la población como beneficiarios y transitar hacia una visión de titularidad de derechos para todas y todos los habitantes de un país, en donde el derecho a la alimentación adquiere una dimensión universalista.
Además, subyace la dimensión que los Estados Nacionales-particularmente los Gobiernos- respeten y protejan el derecho de las personas a alimentarse (FAO, 2010).Si se reconocen la alimentación y a la seguridad alimentaria como Derechos, los Estados de acuerdo a FAO, adquieren las siguientes obligaciones: 1)“Respetar el derecho y evitar acciones que tengan por resultando un impacto negativo sobre este derecho, incluyendo reflexionar sobre el modelo económico; 2) Defender, proteger y hacer cumplir ese derecho, destinando recursos económicos y diseñados programas; 3) Facilitar el cumplimiento, ejecutando estrategias para erradicar la pobreza y garantizar medios de vida y la seguridad alimentaria y nutricional a través de una política económica sustentable; 4) garantizar otros derechos y aspectos como: tierra, agua, educación, saneamiento básico; en general el acceso a todos los servicios básicos”
La concepción y operacionalización de la seguridad alimentaria bajo un enfoque de derechos permite que el abordaje desde la política pública local, nacional o regional supere el tratamiento asistencial; por lo que todas las intervenciones desde la institucionalidad pública en la materia deben estar expuestas a la exigibilidad en el cumplimiento del derecho por parte de la ciudadanía.